Tu coche es japonés. Tu pizza es italiana. Tu cerveza es alemana. Tu vino es español. Tu democracia es griega. Tu café es brasileño. Tu té es chino. Tu reloj es suizo. Tu moda es francesa. Tu camiseta es india. Tus zapatos están fabricados en Thailandia. Tu radio es coreana. Tu vodka es ruso... ¿Y te quejas de que tu vecino es un inmigrante?
Me parece un tanto repetitivo que muchas personas se quejen de que en "NUESTRO" pais dejamos venir a personas de otros paises y ellos nos discriminan por que no nos venden sus comidas, lo que estaria bueno es aplicar la misma regla para todo, dado que casi todos los comentarios de esas personas trabajan con personas nacidas en Paraguay, en donde Argentina involucrada en una guerra junto con otros paises elimino tres generaciones y les quito la posibilidad de que sean una potencia industrial (pero esto no es importante, ni tampoco discriminan a los policias y militares que estuvieron involucrados golpes de estado, desapariciones, asesinatos, violaciones, entre otras cositas), ademas de que el hecho de que estas personas no gratas cuando hablan de las malvinas dicen que obviamente que son ARGENTINAS pero no dudan en comprarse remeras del equipo de futbol ingles y no dudan en elejir entre ropa de industria nacional y de industria inglesa. Ademas de que cuando se agrega en estas "discusiones" que en este pais se encuentran muchos participantes nazis del holocausto, pero esto no es algo a considerar por estas personas dado que no les disgusta un genocida acusa mundialmente por crimenes de Lesa Huminadad, pero si una persona que no te vende su comida.
Otra cosa tambien es importante para resaltar por que por ahi algunas personas se olvidan de donde somos los "AREGNTINOS" revisen de donde venimos. Aunque no considero positivo la discriminacion por el origen tampoco considero positivo el hecho de que olvidar la historia, por mas que mi descendencia es española es necesaria tambien recordar que hicieron en estas tierras y lo que estaria bueno seria no repetir la misma historia.
Gallego, leí en un libro
la historia del exterminio,
cuando en menos de dos siglos
acabaron con los indios.
Les fumaron el tabaco
y en el nombre del pudor
les hicieron usar ropa
y morirse de calor.
Gallego, a mí me contaron
de inquisitivas hogueras,
de arcabuces y de espadas,
y enfermedades venéreas.
Gallego, a mí me contaron
que acabaron con sus ritos
y no dejaron ni a uno
pa'bailar el areíto.
Gallego, sino es porque la ira no me ciega
ya te hubiera incendiado la bodega
como en los tiempos remotos, y al amparo de la ley
quemaron en la hoguera al indio Hatuey.
Gallego, sino fuera gente civilizada,
ahora mismo asaltaba tu embajada
y a todos los funcionarios los tomara de rehenes
y los mandara a construir los pedraplenes.
Gallego, a mí me contaron
sobre la trata negrera
y de tu ancestral manía
de amancebarte con negras.
Del cepo, de la tortura,
el látigo y barracones
y safaris con jaurías
para cazar cimarrones.
Gallego, a mí me contaron
que a pesar de las golpizas
nunca pudieron tus cuadros
contra las cargas mambisas.
Y me dijeron que cuando
se puso la cosa dura
nos vendieron a los yanquis
como una fruta madura.
Gallego, la historia es espiral que nunca acaba:
uno la lleva alante, otro la caga.
Si Maceo resucita y va a entrar al Sol Meliá,
yo creo que se arma otro Baraguá.
Ay, gallego, y te preguntarás por qué yo atizo
cenizas con espíritu enfermizo.
Yo andaba con mi ignorancia y con mi mala memoria,
pero es que justo ayer leí el libro de historia
nacional.
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